jueves, 31 de mayo de 2007

ARTÍCULO: Un nuevo puente ocupará el lugar del Bessón


El pasado 30 de abril comenzaron las obras que derribarán el puente Bessón. Se espera que la nueva construcción comience nada más terminar el derribo, previsto para finales del mes de junio.

Una de las características más singulares del nuevo puente es la creación de dos carriles habilitados para el tráfico de vehículos, los cuales se espera que generen así más fluidez en el tráfico de la ciudad. La polémica está servida, y muchas y muy distintas son las opiniones de los burgaleses sobre esta nueva iniciativa.El diseño del nuevo puente, encargado a los arquitectos MartínMartín (http://www.martinmartin.org/), no se hará público hasta el 20 de junio. Se realizará en acero y una nueva aleación estánnica, en línea con la política de desarrollo sostenible de la que hace gala el Ayuntamiento desde hace unos años. Está prevista para ese día la inauguración de una exposición en la Casa del Cordón en la que se mostrará cómo será el puente final. Al acto acudirán tanto los representantes políticos de la ciudad como los directivos de la empresa MartínMartín. Se espera la presencia de la Casa Real, pero aún no ha sido confirmada.

Asimismo, se abrirá otra exposición, también en la Casa del Cordón, esta vez fotográfica. En ella se realizará un seguimiento de la historia del puente Bessón a través de fotografías. La concejalía de cultura ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para que colaboren, prestando temporalmente a la exposición algunas de las fotografías de sus colecciones privadas, las cuales serán devueltas a sus propietarios al finalizar la exposición (en la primavera de 2008).

El puente Bessón fue construido en 1856 por instancia de don Eduardo Augusto de Bessón para facilitar el acceso de una orilla a la otra. Los jóvenes que iban al instituto López de Mendoza a menudo llegaban sucios debido al barro que había en la zona. Por ello, Bessón decidió edificar este puente. Su estructura original era de madera, pero en 1859 se reemplazaron los pilares por otros de piedra sillería, más resistentes. Esta iniciativa del Ayuntamiento desagradó a Bessón, quien reclamó sus derechos legítimos sobre la madera en 1870. Las obras para mejorar este puente siguieron su curso, como en 1891, cuando fue construido un antepecho de madera en la entrada del mismo. Conocido por diversos nombres, no fue hasta 1901 cuando se decide llamar al puente de la misma manera que su constructor.

Tendremos que esperar hasta finales de junio para ver el resultado final del difícil reto que se les ha propuesto a estos arquitectos: conjugar modernidad y tradición, futuro y pasado, de mano de la vanguardia más actual. El nombre que recibirá el nuevo puente aún no ha sido decidido, pero es seguro que también suscitará polémica.

EDITORIAL: De puente a puente...

El pasado 30 de abril comenzaron las obras de demolición del puente Bessón. Y desde entonces, la pregunta que aún flota en el ambiente es: ¿campaña electoral? Resulta un poco chocante, por no decir bastante, que en plena campaña electoral a nuestro alcalde se le ocurra un nuevo proyecto de modernización. Nadie, salvo su equipo de Gobierno, sabía de la existencia de tal medida, y, según la celeridad con la que se han sucedido los acontecimientos, se destapan toda clase de dudas entre los burgaleses. Pero ¿sus consecuencias han sido las esperadas? ¿Responden los ciudadanos tal y como nuestro alcalde esperaba? Una medida así, de modernización, no siempre agrada, ya que las consecuencias que acarrea afectan a muchos de los habitantes de esta ciudad.
La novedad que más llama la atención es la creación de dos carriles para el tráfico de vehículos. Habiendo otros puentes, y dados los escasos atascos originados por la circulación, parece que es una medida excesiva. No sólo quedará deslucido y en un segundo plano el Palacio de Justicia, sino que aumentará, seguro, la contaminación acústica en la zona. Por no hablar de la polución, que afectará a la fachada de tan emblemático edificio, ennegreciéndola. El puente Bessón era una de las zonas preferidas por los jubilados para relajarse un rato y sentarse a dar de comer a los patos. Cuando el nuevo puente esté acabado, ¿dónde irán? ¿Habrá patos o habrán huido lejos de la contaminación y del infernal ruido?
Otro aspecto del que se escuchan bastantes quejas es la proximidad del instituto Cardenal López de Mendoza. Tal y como pasan actualmente por el puente los jóvenes, corriendo porque llegan tarde o distraídos en sus conversaciones, no hay ningún peligro de accidente, ya que se trata de un acceso peatonal. Cabe esperar que se tomen todas las medidas de seguridad necesarias para evitar accidente.
Quizá la cuestión a la que menos importancia se le ha dado es el interés histórico del puente. Casi dos siglos de antigüedad han hecho del Bessón uno de los puentes más emblemáticos de la ciudad, no sólo por su situación geográfica, sino por su entrañable presencia. Parece mentira que después de haber resistido a una guerra civil, sea la vanguardia la que gane el pulso y se marque una victoria.
Muchas son las preguntas y muy pocas las respuestas. Solo cabe esperar al 20 de junio, en primer lugar, para maravillarnos o quizá horrorizarnos con el nuevo diseño. Y en segundo lugar, será cuando finalice su construcción, prevista para la próxima primavera, y podamos evaluar verazmente los hechos, cuando podamos comprobar si se cumplen o no las hipótesis que todos los burgaleses están haciendo en su quiniela particular.
Por el momento, dicho proyecto parece no haber afectado a la victoria del PP en Burgos, ya que los ciudadanos han vuelto a confiarle la alcaldía al señor Aparicio. Sin embargo, tiempo al tiempo. Veremos si ha sido acertada su elección, o por el contrario caerá en saco roto.

ENTREVISTA: Sebastián Bessón, bisnieto del constructor

Nada más entrar en la habitación puedo percibir un intenso olor a tristeza. Sebastián es el bisnieto de Eduardo Augusto de Bessón, quien construyó el puente que será sustituido por ordenanza municipal la próxima primavera.



  • ¿Cuándo se enteró de que iban a derribar el puente que construyó su bisabuelo?


  • Hace una semana, más o menos. Llegó a mi casa de Madrid una carta del Ayuntamiento comunicándome la noticia. (Se queda callado un segundo, como reflexionando lo que va a decir). Aún no puedo creérmelo.


  • ¿Conoció usted a su bisabuelo?


  • Sí, por supuesto. Cada verano, desde que tengo memoria, mis padres nos traían a mis hermanos y a mí a Burgos. Mi bisabuelo era una persona fascinante, una de estas personas que recordarás siempre por todo lo que te ha aportado. Siempre se preocupaba por los demás, más que por si mismo.


  • ¿Le contó alguna vez cómo construyó el puente?


  • Varias veces, era una historia muy socorrida en las comidas familiares. Todos conocíamos el relato de memoria, pero a pesar de ello gozábamos cuando él nos la contaba, ¿sabe? Es como si ese recuerdo le devolviera unos segundos de vida, se sentía útil.


  • ¿Qué motivos le llevaron a construirlo?


  • Pues como sabrá, el puente Bessón se encuentra uniendo el instituto López de Mendoza con el Palacio de Justicia. Mi abuelo simplemente pretendía que estuvieran todos más cómodos.


  • Tengo entendido que el puente originario era de madera, pero más tarde pasó a ser de piedra por orden del Ayuntamiento, ¿es cierto?


  • Sí, sí, se ha informado bien. El puente se construyó en 1856, y originalmente era de madera. Mi bisabuelo, evidentemente, no tenía tanto capital como el que era necesario para realizarlo en piedra, y la verdad es que el de madera cumplía todas las funciones para las que fue creado: facilitar el acceso a la otra orilla, sobre todo a los chavales. Más tarde, creo que fue en 1867, el Ayuntamiento decidió cambiar las originarias maderas por piedra sillería, siguiendo el modelo original, pero sin consultarlo con mi bisabuelo. ¡Por supuesto se enfadó muchísimo! (Sebastián está realmente enojado. Rojo de ira, el pasado evocado le devuelve por unos segundos a la rabia del presente)


  • ¿Y qué hizo su bisabuelo?


  • Uy, esta es una historia muy divertida, que siempre me contaba mi abuela. Resulta que mi bisabuelo, como ya le he dicho, era muy cabezón (permítame que sea vulgar), y muy orgulloso. En cuanto se enteró de que el Ayuntamiento quería retirar las maderas originales, envió una instancia reclamando sus derechos legítimos sobre las mismas. ¡Imagínese mi bisabuela cómo se puso! (Sebastián se echa a reír. Es la primera vez desde que empezamos esta conversación que le noto relajado, feliz.)


  • Y viendo lo que está sucediendo, ¿tiene pensado ir a Burgos?


  • Sí, creo que llevaré a mi mujer y a mis hijos, que les gusta mucho la ciudad. Pasaremos allí una temporada, así tendremos tiempo de despedirnos del puente.


  • ¿Emprenderá algún tipo de batalla legal como lucha por la memoria de su abuelo?


  • No. (Piensa por unos instantes antes de responder). Creo que ahora más que nunca entiendo a mi bisabuelo y su historia de los maderos, pero no tengo fuerzas como para luchar contra una ordenanza así. Sólo espero que alguien más lo eche de menos cada vez que pase por el lugar que ha ocupado durante casi dos siglos.

REPORTAJE: Adiós, Bessón



Por el puente Bessón nunca pasó el Cid, no fue escenario de ninguna histórica batalla, ni siquiera dos jóvenes amantes se quitaron la vida en él. La suya no fue una historia digna de aparecer en los libros escolares. Ahora ha llegado el momento de escribir la última página de un diario muy especial, y dedicar el último adiós al puente Bessón.
Las obras que tienen como finalidad su demolición comenzaron el pasado 30 de abril, y ya se encuentran en un estado muy avanzado.

El nuevo puente
Este nuevo puente nos ofrece la incorporación de dos carriles para el tráfico, además de las aceras para los peatones. Con la incorporación de los mismos se pretende reducir los atascos y mejorar la circulación interurbana.
El gabinete de arquitectos que se ha encargado del diseño del proyecto es MartinMartin (http://www.martinmartin.org/), un grupo de jóvenes profesionales muy innovadores y funcionalistas. Martín Martín, director del equipo de arquitectos, declaró en exclusiva al Diario de Burgos el 20 de mayo de este mismo año: "Para nosotros este proyecto supone la ocasión perfecta para demostrar nuestras habilidades. Es un paso más: nunca antes habíamos construido parte del mobiliario urbano de una ciudad, y, por supuesto, Burgos es un caso especial. Tenemos muy en cuenta la visión tradicional de los burgaleses y esperamos que el resultado sea un éxito". Sobre los materiales utilizados, solo han desvelado la utilización de acero inoxidable y una aleación de estaño. El próximo 20 de junio se espera que Aparicio inaugure una exposición en la Casa del Cordón como acto oficial de la presentación a todos los burgaleses del diseño del nuevo puente, que hasta ese momento se mantendrá en secreto. Asistirán tanto los personajes más importantes de la escena política de Burgos como los directivos de la empresa MartínMartín. Se espera también la presencia de alguno de los miembros de la Casa Real, pero aún no está confirmada.

Un poco de historia
Construido por instancia de don Eduardo Augusto de Bessón, el puente data de 1856. Su estructura era originalmente de madera, incluidos los pilares que sustentan la pasarela. No fue hasta 1868 cuando los pilares originales fueron sustituidos por unos de piedra de sillería más fuertes y duraderos. Eduardo Augusto de Bessón reclamó en 1870 los mismos derechos que tenía sobre las maderas que componían los pilares originales. El puente aún no llevaba su nombre, ya que era conocido de diferentes formas: el puente del instituto, el puente verde, el puente de la isla, etc. Por fin en 1901 pasa a ser el puente Bessón. Para que el actual puente no caiga en el olvido, el Ayuntamiento inaugurará una exposición en la Casa del Cordón en la cual se mostrará un recorrido fotográfico por la historia del Bessón.

¿Futuro sostenible?
En el nuevo puente Bessón no se incluirá ningún carril bici, y sí dos carriles para el tráfico de automóviles. Parece que con esta decisión se está dando un paso atrás en el proceso de innovación de nuestra ciudad.